En mayo, las importaciones en varios de los puertos más concurridos de Estados Unidos cayeron drásticamente. Este fenómeno se produjo en respuesta a la imposición temporal de aranceles del 145% por parte del presidente Donald Trump sobre numerosos productos provenientes de China. Según el informe original, la caída en las importaciones es la más notable de los últimos tiempos.
China sigue siendo el principal proveedor de bienes que llegan a Estados Unidos por vía marítima, lo que resalta la magnitud de esta disminución. Los puertos de la Costa Oeste, que manejan un porcentaje significativo de los envíos de China, se vieron particularmente afectados. En California, los puertos de Long Beach y Los Ángeles experimentaron caídas del 20.9% y 8.5% respectivamente. El estado de Washington tampoco quedó exento, con Seattle disminuyendo un 17.3% y Tacoma un sorprendente 39.4%.
Repercusiones en la Costa Este y el Golfo de México
La situación no fue diferente en la Costa Este, donde el volumen de importaciones en el Puerto de Nueva York y Nueva Jersey cayó un 15.3%. Norfolk, en Virginia, y Wilmington, en Carolina del Norte, también registraron descensos significativos de 14.7% y 17.6%, respectivamente. Por su parte, los puertos del Golfo de México como Houston y Mobile, Alabama, se redujeron un 3.4% y un 20.4%.
Este descenso generalizado en las importaciones desde China condujo a una caída interanual del 28.5% en mayo. Los datos detrás de estas cifras provienen del proveedor de tecnología de la cadena de suministro Descartes Datamyne, destacándose como una fuente confiable de información en momentos de incertidumbre comercial.
Cambios en los aranceles y sus efectos
En medio de estas fluctuaciones comerciales, un marco de acuerdo comercial fue anunciado, estableciendo aranceles sobre China al 30%, esperando aprobación final. Esta tasa del 30% se sumaría a los aranceles del 25% ya existentes del primer mandato de Trump, acumulando un total del 55% en aranceles para China. Dichos cambios arancelarios impactan directamente a importadores que ya enfrentaron altos costos.
Los importadores se encontraron apresurados para asegurar reservas para los envíos de China que habían quedado pausados, aprovechando la reducción temporal de los aranceles al 30%. Sin embargo, el jefe del Puerto de Los Ángeles, el más grande del país, ha expresado que no anticipa una avalancha de carga, ya que estos aranceles del 30% aún representan costos bastante elevados para los importadores. Esto demuestra que, aunque hay ajustes, las tensiones comerciales siguen influyendo en el costo y volumen del comercio marítimo con China.
