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Políticas generan nuevos obstáculos en divorcios de alto nivel en Washington

Las dificultades económicas limitan las opciones para dividir de manera efectiva las finanzas conjuntas.

Foto: Foto de cottonbro studio/Pexels.

Separarse nunca fue un camino sencillo, pero en Washington, las políticas implementadas durante el mandato de Donald Trump agregaron desafíos inesperados. Cambios en las finanzas, el empleo y el mercado inmobiliario trastocaron los procesos de divorcio, generando tensiones adicionales para las parejas en proceso de separación.

Impacto financiero en divorcios

La incertidumbre económica afectó especialmente a los trabajadores federales, quienes vieron cómo decisiones políticas rápidas complicaron la resolución de temas financieros. La abogada Jessica Markham, quien representó a numerosos empleados federales, explicó que estas variaciones provocaron dificultades para acordar pensiones alimenticias y manutención infantil.

"Cuando el ingreso de alguien disminuye, el desafío está en calcular cuánto podrá pagar y por cuánto tiempo. Nadie tiene certezas sobre lo que viene", indicó Markham al analizar las complejidades financieras en sus casos más recientes.

Según ella, las dificultades económicas limitan las opciones para dividir de manera efectiva las finanzas conjuntas.

Como reveló Markham en su entrevista a Axios, los clientes afectados por despidos en las agencias federales comenzaron a solicitar pensiones alimenticias temporales o permanentes para compensar sus pérdidas de ingresos.

"Pasan de una estabilidad total a enfrentar una situación tan inestable que resolver el divorcio se convierte en un shock para ellos", precisó.

Tensión por la vivienda y empleos

El mercado inmobiliario en Washington sumó otro obstáculo. Muchas parejas retrasaron el divorcio al no tener certezas laborales o al esperar que los precios de las casas bajaran. La propia Markham relató el caso de uno de sus clientes que enfrentó problemas para obtener un préstamo hipotecario debido a su riesgo laboral.

María Simon, otra abogada especializada en divorcios, destacó que sus clientes intentaron mantener las propiedades compartidas, esperando mejores condiciones económicas para comprar la parte de su antigua pareja. Sobre estas decisiones, Simon comentó que "esto refleja un claro temor a tomar riesgos financieros en un mercado incierto".

Tal como compartieron tanto Markham como Simon en sus experiencias, estas tensiones también alcanzaron la crianza de los hijos. Padres que volvieron al trabajo presencial solicitaron ayuda para cubrir guarderías o niñeras, chocando con las negativas de sus exparejas.

"Muchos no entienden por qué deberían asumir costos que antes no existían, y esto perpetúa el conflicto", explicó Simon.

Políticas que afectan a los grandes "players"

Aunque los trabajadores medianos enfrentan su propia incertidumbre, los divorcios entre ejecutivos de alto nivel no escaparon al efecto Trump. La reconocida abogada Cheryl New indicó que sus clientes, incluidos empresarios y políticos influyentes, enfrentaron desafíos al revalorar activos, inversiones y negocios.

"Hemos visto preguntas como ‘¿Podré pagarle a mi equipo? ¿Mantendré cuatro propiedades y pagaré el colegio privado de mis hijos?’", mencionó New. 

Durante su análisis, enfatizó que las políticas económicas afectaron incluso a figuras vinculadas directamente a Trump, quienes, en privado, expresaron preocupaciones similares sobre sus bienes y futuros financieros.

En un caso particular, New detalló cómo abogados anteriormente empleados en bufetes prestigiosos que colaboraron pro bono con Trump enfrentaron dificultades económicas tras renunciar.

"La falta de ingresos ahora condiciona sus acuerdos de divorcio", señaló.

Custodias en riesgo por cambios laborales

Las presiones por encontrar trabajo fuera de Washington crearon aún más conflictos. Trabajadores federales que abandonaron la región buscaron llevarse a sus hijos, lo cual desató disputas legales adicionales. "Esperamos ver más casos complicados en custodia por traslados laborales", anticipó Simon, quien trabaja con varias parejas en este tipo de procesos.

Según explicó Simon, estas disputas prolongan los divorcios debido al efecto colateral de una economía que obliga a tomar decisiones drásticas.

El divorcio sigue su curso, pese a todo

Pese a las dificultades, los divorcios en Washington no se detienen. Jessica Markham lo resumió con claridad al decir que "nadie planeó ni ahorró pensando en un divorcio, pero cuando se toma la decisión, se avanza como sea".

Como marcó Markham en sus reflexiones finales, aunque las políticas de Trump alteraron considerablemente el panorama en las cortes, los procesos legales siguen adelante, enfrentando nuevos retos pero adaptándose a las circunstancias.

En una ciudad donde las políticas dejaron huellas profundas, las familias siguen reorganizándose entre dificultades económicas, emocionales y legales, mostrando que, aunque complicado, el cambio es inevitable.

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